Un escáner intraoral permite capturar impresiones ópticas directamente sobre los maxilares del paciente, para ello, la Dr. Teresa Ríos Alcaide, odontóloga de la Clínica Dental Ríos Alcaide, pasará el lápiz o la cámara intraoral por encima de las encías y los dientes del paciente. Seguidamente, se podrá ir observando como se va creando una imagen en tres dimensiones en la pantalla táctil del escáner.

Una vez realizada la captura de imágenes, en la misma pantalla, se podrá observar el color de los dientes, los implantes y las encías que, gracias a los sensores han sido capturadas al posar el lápiz sobre ellas para luego ser procesadas a través de un software integrado que posee el escáner intraoral.

Los escáneres intraorales pueden ser de dos tipos, por lo que su funcionamiento dependerá del tipo que este sea:

  • Escáneres de tecnología fotográfica que son aquellos que captan imágenes individuales de las áreas a escanear, es decir, se toman imágenes individuales que el sistema fusiona para conformar el modelo en 3D digital.
  • Escáneres de tecnología de vídeo a diferencia del tipo anterior, funcionan de forma muy similar a una cámara de vídeo, así se graban las zonas escaneadas.

¿Qué aporta a la clínica dental Ríos Alcaide un escáner intraoral?

El escáner intraoral es un dispositivo electrónico que reproduce en imágenes 3D, las estructuras anatómicas de la cavidad bucal, permitiendo crear un documento digital de la misma para poder trabajar sobre él, por lo que brinda diferentes ventajas al usarlo en la clínica dental.

Además, el escáner intraoral puede ser utilizado también para:

  • Diseños de sonrisas en tratamientos de ortodoncia, generando así retenedores y aparatos palatinos. Permitiendo observar imperfecciones en tiempo real que necesitan corrección-alineación.
  • En tratamientos de brackets linguales incógnitos y alineadores invisibles, como los alineadores Invisalign.
  • Prótesis parciales y obturadores.

 

Hasta el momento, el sistema tradicional para representar la cavidad bucal del paciente era a través de la realización de impresiones dentales con materiales como alginato o siliconas, lo cual ocasionaba molestias al paciente (reflejo nauseoso, mal sabor…); requería mayor tiempo de trabajo, ocasionaba errores o inestabilidad de la impresión, laceraciones en los márgenes y el vaciado de la impresión con yeso.

Actualmente, el flujo de trabajo digital en las clínicas se ha hecho cada vez más notable y el uso del escáner intraoral ha simplificado el diseño de modelos, por lo tanto, la realización de tratamientos protésicos u ortodónticos requieren de menor tiempo de trabajo (comparado con el modelo de toma de impresiones tradicionales).